En primera persona: India…¡Hipnótica, exótica y vibrante!

Hipnótica, exótica, vibrante, India es un país de contrastes, de colores, de sabores, que se mezclan con la cultura milenaria y las tradiciones ancestrales, que hacen que sea de esos destinos que jamás olvidas.

La India es el séptimo país más grande del mundo y en su demografía existen distintas rutas para conocer los puntos más icónicos de un país que destaca por su naturaleza, su cultura, religión y también arquitectura.

Desde Bestours Viajes hemos diseñado la ruta perfecta para que conozcas de primera mano todos sus encantos. Una ruta con un itinerario inigualable que nuestra Leisure Travel Director, Judith Mármol, realizó el pasado mes para descubrir todos los atractivos y los mejores hoteles del país.

“Desde hace muchos años, anhelaba visitar este país. Una voz proveniente del corazón de la India me llamaba y me atraía hacia ella. Como bien dijo un buen cliente: pido disculpas por no haber venido antes, por no haber escuchado tu llamada y por haberte ignorado tanto tiempo.” Nos expresa Judith.

Namasté India

Namasté, la palabra proviene del sánscrito y significa literalmente «inclinarse ante ti» o «me inclino ante ti» y se utiliza como saludo.

Es una de las expresiones más conocidas del país y, en esta ocasión, la carta de presentación del país fue en Nueva Delhi. Una ciudad custodiada por el caos, el tráfico y sus más de 14 millones de habitantes, pero que tiene un aurea especial que acaba conquistándote. Sus mercados diurnos y también nocturnos se apilan en sus calles, las mismas que te llevan a lugares tan sagrados como la tumba de Humayun, la mezquita de Masjid o el Fuerte Rojo, icono de la ciudad. Paradas obligatorias que se complementan con los aromas constantes de la gastronomía india, picante en todas sus vertientes y donde las especias adornan las calles.

La estancia en la capital es como un viaje en el tiempo donde la modernidad se cuela entre el día a día más rudimentario de su sociedad.

Y ese viaje en el tiempo también se trasladó a nuestra cena en el hotel Haveli Dharampura, situado en el corazón de la Vieja Delhi. El hotel revive muchas tradiciones y formas de arte manteniéndose fiel a su espíritu de proporcionar un espacio para el auténtico arte de la India.

Experimentando con el concepto de la cocina india moderna, el restaurante combina una presentación ingeniosa y la cocina mogol.

Después de la cena nos trasladamos a dormir en el hotel The Imperial New Delhi. Reminiscente de un palacio indio del siglo XIX, en la tierra de los Maharajás y Maharanís, fue el primer hotel en Nueva Delhi. Su arquitectura presenta sutiles trazos de estilos victorianos, Art Deco y de Lutyens. Columnatas de mármol blanco, jardines exuberantes y habitaciones y suites con suelos de mármol italiano, madera de teca pulida de Birmania, alfombras persas anudadas a mano, candelabros antiguos y muebles de palo de rosa.

Este hotel con gran historia, combina una rica herencia, un servicio excepcional y las comodidades modernas para los viajeros más experimentados y exigentes.

El plato fuerte; El Taj Mahal

El Taj Mahal es el motivo por el que muchos viajan a la India y lo que ubica en el mapa a la ciudad de Agra. Un icono inconfundible y una de las siete maravillas del mundo. Inolvidable, cautivador y de una belleza seductora para los ojos.

Es reluciente, con vida propia y es difícil despedirse. La inmensidad del Taj Mahal te deja sin aliento. Una estructura arquitectónica que parece tallada por los dioses y que no es un monumento como muchos piensan, si no un mausoleo enorme dedicado al amor que Shah Jahan profesaba a su esposa favorita. Una belleza que aumenta con los jardines que le rodean y que, como en ningún otro mausoleo de esta magnitud, se duplica cuando la estructura queda reflejada en el espejo de agua que lo rodea.

Para nuestra estancia en Agra también escogimos el mejor alojamiento que uno puede imaginar y soñar, que te permite respirar la majestuosidad del Taj Mahal constantemente: el hotel Oberoi Amarvilas. De hecho, no lo pierdes de vista. A 600 metros de este increíble monumento, el hotel representa los diseños de los palacios mogoles, con piscinas, terrazas y jardines con una imagen de fondo insuperable.

La ciudad azul; Jodphur

A 650 kilómetros de Delhi, esta ciudad nos recibió con otra faceta más mágica y cautivadora. Una ciudad especial donde las haya, popularmente conocida como la Ciudad Azul. Su historia se remonta a seis siglos atrás.

Fundada en 1459 en las llanuras del Desierto del Thar, esta ciudad del Rajastán fue el corazón de la ruta comercial entre Delhi y Gujarat. Rutas que quedaron atrás y que ahora convierten a la urbe en un lugar que visitar para deleitarse con la estampa azulada de todas sus casas a los ojos del impresionante fuerte de Mehrangarh. Un auténtico espectáculo para la vista cuando se pone el sol.

Una sensación única que también se contagió en nuestra estancia en el hotel RAAS Jodhpur. Un hotel boutique con cuatro edificios originales y estructuras adicionales que se inspiraron en la Ciudad Amurallada para fusionar la originalidad de su tierra y las funcionalidades de espacios frescos y llenos de luz.

Narlai; En la profundidad del país

Siguiendo hacia el sur, Narlai no se incluye en todos los itinerarios, pero es sin duda un secreto oculto por descubrir entre las ciudades de Jodhpur y Udaipur. Un pequeño pueblo que es el hogar de leopardos y panteras locales y que nos regaló esa sensación de naturaleza y autenticidad que todo viajero anda buscando. Una aldea que respira amor por los felinos que te acoge y que, además cuenta con una arquitectura sofisticada entre la que destaca el Templo Jain.

Una aldea en la que puedes hablar con sus habitantes, adentrarte en el interior de sus casas a tomar un té, ser consciente de la inmensidad, de la bondad, de la paz de la humanidad y donde el tiempo se detiene y te sientes un pequeño ser de este gran universo.

Con esa misma grandeza se alza The Rawla Narlai, una mansión del siglo XVII que se ha convertido en el mejor hotel de la ciudad. Con patios espaciosos, la gastronomía más selecta de la región y una propuesta fiel a todo lo que le rodea.

Udaipur

La última parada nos llevó hasta Udaipur, la Ciudad de los Lagos o La Venecia del Este. Una ciudad que mantiene la grandeza de siglos atrás y que conserva palacios y templos que fueron hogar y pasatiempo del reino de Mewar hasta su desaparición.

Una ciudad de lagos, palacios y riqueza histórica que también se trasladó a nuestro alojamiento, el hotel The Leela Palace Udaipur. Uno de los puntos de referencia de la ciudad y que recrea la magnificencia de la antigua era de los Maharanas. Un hotel al que se accede en barco desde el lago Pichola y que explica por qué Udaipur es conocida como la ciudad más romántica de la India.

Udaipur nos envolvió de una forma romántica y espiritual, dentro del lago Pichola, y nos dejó atrapadas pensando e imaginando un cuento de Hadas!

India me enseñó que cada paso en el camino es una lección, y cada encuentro, una bendición. En cada rincón de la India, hay un susurro de sabiduría esperando ser escuchado.

Forever India!